¡Hola tributos!
Tengo que anunciaros varias cosillas:
Lo primero de todo, este sábado me voy de intercambio a Irlanda durante una semana, así no creo que pueda publicar nada, a no ser que tenga wi-fi (cosa poco probable)
Pensaba publicar el capítulo 8 este viernes, pero además de tener entrenamiento, la maleta no se hace sola ¬¬
Preguntaréis, ¿dónde está el capítulo 8? Por favor, no me tiréis a los mutos. Lo siento, lo siento, lo siento. Pero no quiero dejar el capítulo en la mitad del desfile :$
Os dejo un adelanto, que por el título de la entrada supongo que habréis supuesto de que trata. Además no me puedo despedir sin agradecer a una amiga mía por ayudarme tanto a crear a este trío Tralará. Así que si ves esto, Merche, muchísimas gracias por todo ;D
¡Un beso enorme y disfrutad del adelanto! <3
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Al entrar en la sala lo primero que veo es a un trío de
personas que me miran expectantes. Un hombre y dos mujeres del Capitolio me van a
ofrecer su maldita ayuda para embellecerme.
Estupendo.
Lo que más me llama la atención del chico es el aspecto de
su rostro, cambiado a causa de tantas operaciones quirúrgica se asemeja más al
de un caballo que al de un humano.
Su barbilla y su nariz se alargan más de lo habitual y solo se separan la una de la otra por un par de centímetros de piel pálida y de un
color blanquecino parecido al de las perlas pero mucho más artificial.
Aún con todo, eso no es lo más extravagante, lo
verdaderamente raro es un largo y fino cuerno de marfil que emerge desde su
brillante cabeza y acaba en una punta plateada. Una punta demasiado afilada
desde mi punto de vista, quizá podría utilizarse como arma en la Arena.
A la derecha del hombre me encuentro a una chica de apariencia joven aunque no sabría decir su edad con exactitud Su vestido
ajustado y de pronunciado escote me deslumbra ya que está hecho de miles, o
incluso millones, de pequeños cristales de todas las tonalidades de azules y
verdes que reflejan la luz de la
habitación.
Lo último que consigo apreciar son sus labios, pero no unos
rojos ni rosas como es normal, sino unos de color azul eléctrico con dos
piedras preciosas incrustadas en ambos extremos de sus labios. Es como si me miraran fijamente,
buscando defectos e imperfecciones que
corregir.
Por último, la siguiente chica resulta ser para mi alivio la
más normal de los tres. Viste de forma sencilla hasta podría decir que su
atuendo es bonito.
Subida en unos altísimos tacones lleva puesto un mono blanco
de seda casi transparente atado al cuello con una cinta dorada , pero es un
tono apagado. Sus ojos son del mismo color que la cinta y a su vez combinan con
sus largas y rizadas pestañas.
Parece que su lema es ¡Amarillo , blanco y con poco brillo!,
ya que su cabello, totalmente liso, es de un tinte amarillo pálido, casi
blanco, con suaves reflejos dorados en las puntas que se confunden con el suelo
al ser del mismo color.
Extraños. No hay otra palabra para definirlos.
-¡Hola, soy Iriana!- exclama con demasiado entusiasmo la
chica del vestido azul y verde.
-Aaron- dice secamente el del cuerno.
-Yo me llamo Zannya- afirma la chica de amarillo y blanco
con una diminuta sonrisa-. Somos tu equipo de preparación- anuncia ensanchando
su sonrisa.
-Gale- digo con voz ronca-. Gale Hawthorne- repito de forma
más clara.
-¡Vamos a ponerte guapo!- dice Iriane emocionada y se acerca
a mí-. Aunque no necesitas mucho, Gale.
-¡Desnúdate!- grita con su odioso acento Aaron.